miércoles, enero 09, 2013

Interrogatorio

   Doctor. ¿Está usted diciendo que en el futuro los hombres podrán salir de la tierra y viajar a través del universo?
Ja`kobo. Tengo recuerdos de cuando era navegante en una nave de carga.
D. ¿Qué puesto desempeñaba?
J. Era contramaestre, responsable de la bodega y la carga; además tenía bajo mi cuidado el mantenimiento de la nave. Adoraba esa nave. El Jeolla era un crucero de carga de tercera generación, un modelo aereoestelar diseñado para atravesar nebulosas en lugar de rodearlas, desviando el curso durante muchos momentos Quark.
D. ¿Momento cuark?
J. La ciencia ha avanzado mucho desde que ustedes tuvieron noticias, señores. El mundo cambió y todos pudimos aportar conocimientos, incluso yo poseo el título de Ingeniero Analista de Sistemas Mecánicos. Mi trabajo es conocer y preservar los sistemas de la nave y el funcionamiento del reactor fotónico.
D. ¿Reactor fotónico? ¿Puede explicarnos que significa eso?
J. Supongo que sí, no creo que haga ningún daño el que ustedes sepan eso; ni siquiera podrán entender de qué les estoy hablando.
D. Explíquenos por favor.
J. Un reactor fotónico es un motor cuya fuente de energía es una partícula atómica llamada Fotón. Esta partícula puede hacer casi todo lo posible: tiene la capacidad de encontrarse en dos lugares distintos al mismo tiempo, contiene todas las clases de radiación electromagnética, puede desdoblar su masa y manipular una cadena de eventos cuántica, incluso puede montarse en la curva del espacio-tiempo y dejarse llevar sin siquiera moverse de su sitio. Es esta capacidad de los fotones la que nosotros aprovechamos para realizar viajes estelares. El Jeolla tenía un motor con cuatro pistones de 5.0 cm3 de capacidad, cada uno con un blindaje especial para realizar la fisión fotónica. Con la energía térmica liberada en la reacción manteníamos caliente la nave, con los fragmentos de la fisión la impulsábamos hacia una rasgadura en el plano dimensional, para remontarnos en la curva del espacio tiempo junto con los fotones. Viajábamos cientos de millas Quark sin que la nave se moviera de su sitio. Viajar de ese modo por el espacio me recordaba aquellas películas viejas, en las que ponían una pequeña nave de plástico colgada al centro de la pantalla y luego movían el fondo para crear la ilusión del viaje hacia planetas lejanos. Sin embargo, los resultados de la fisión aún seguían siendo erráticos, teníamos que contrarrestar sus efectos generando en el blindaje un campo de hadrones; como resultado la nave se materializaba durante el viaje y quedaba expuesta a los efectos de la tercera dimensión. Si encontrábamos un cuerpo celeste en nuestra trayectoria nos impactaría, incluso un pequeño roce con alguna masa de gas podría desbaratar la nave; para evitarlo debíamos desviar el curso algunos puntos en el plano Quark. Pero el Jeolla era único, atravesaba las nebulosas como una bala por mantequilla...
D. Podría hablar un poco más lento por favor.
J. ...Me gustaba tanto viajar a través del universo. Algunas veces pasaba días enteros a bordo del Jeolla, mirando por las ventanillas como pasaban los planetas y los soles.
D. ¿Y los anillos?
J. Los tenía mi esposa, ella cuidaba la colección en nuestro rancho de Mokbo. Teníamos los treinta y dos anillos en una bóveda subterránea debajo de una fuente. Mi hermosa Lia llevaba el suyo colgado al pecho con una cadena igual que yo. Los anillos fueron nuestra fuerza, fueron nuestra salvación de la catástrofe que iba a ocurrir”.

...................................................................3220
...................................................................por Alexandr Zchymczyk

No hay comentarios.: